El Presidente estuvo de visita en las nuevas instalaciones de Mercado Libre y, con agradecimientos a Galperín, prometió luchar contra el «costo argentino».
Javier Milei recorrió Mercado Libre con Marcos Galperín.
El presidente Javier Milei visitó este miércoles las nuevas instalaciones de Mercado Libre en Buenos Aires en compañía de su CEO, Marcos Galperín, tras lo cual pronunció un discurso de 10 minutos donde se permitió bromear y hacer citas veladas a su «papá», Adam Smith.
Javier Milei comenzó expresando «un agradecimiento especial a los directivos de Mercado Libre y de Plaza Logística, es gracias a empresarios como ustedes y a su incansable esfuerzo de todos los días que nuestro país saldrá adelante», y luego remarcó que «son sus inversiones las que generan riqueza y empleo, tal como el flamante centro de almacenamiento que estamos celebrando juntos hoy, que dará lugar a 2.500 puestos de trabajo directo y otros miles de manera indirecta».
«En junio del año pasado, antes de convertirme en Presidente, les dije que yo solo no podría sacar a todos del abismo en el que nos dejó la casta política y que ustedes eran piezas fundamentales en la Argentina que se venía. Porque un Presidente puede generar condiciones para que invertir sea rentable y atractivo, pero al final del día es el emprendedor y el empresario quien arriesga su capital y, en consecuencia, el que dinamiza la actividad económica», insistió.
«A nueve meses de haber asumido tengo la alegría de celebrar esta ampliación con ustedes y también de destacar que hoy hay anuncios por más de U$S 50.000 millones en inversiones para los próximos años», convino, sin dar más detalles en el momento sobre tales novedades.
«Durante los últimos 100 años la Argentina fue castigada por gobiernos que entendieron mal la relación entre el Estado y el privado. Si me rascan un poquito… casi que no debería existir, pero es una cuestión de transición», dijo entre risas del público.
«Se obstinaron tanto en arbitrar quién gana y quién pierde que en última instancia destruyeron la economía y terminaron haciendo inviable cualquier tipo de inversión», arremetió el Presidente, para quien «el tema es que el único que puede generar riqueza en este país y en el mundo entero es el empresario, no el político».
«El político no sabe cómo crear riqueza ni tiene los incentivos adecuados para hacerlo. Y cuando lo quiere hacer lo único que genera es corrupción», deslizó por la tangente antes de retomar con que «al empresario hay que dejarlo ser, porque la libertad de cada uno engendra la prosperidad común», como dijo en una «cita velada de mi papá, Adam Smith».
«O sea, al empresario hay que dejarlo producir y brindar bienes y servicios de mejor calidad, y venderlos al mejor precio que pueda. Y tiene que tener la posibilidad de ganar dinero por ello», remarcó un Javier Milei jocoso, con capacidad para hacer bromas en común con Marcos Galperín sentado en la primera fila.
Una vez más haciendo énfasis en la figura del empresario como benefactor social, el Presidente aseguró que «si está ganando dinero quiere decir que le arregló algún problema a la gente y merece ser ponderado», e insistió en que «cuanto más gana es porque le arregló la vida a muchísimas personas».
«Cuando uno ve los números que muestra la compañía, quiero agradecer, Marcos y todo tu equipo, porque le están arreglando la vida no sólo a un montón de argentinos sino a un montón de personas en todo el continente», agregó el mandatario.
Para Javier Milei, una compañía como Mercado Libre es «un ejemplo de la Argentina que deseamos», y, tras deshacerse en halagos a la firma, culminó con un «imagínese todo lo que podemos lograr si garantizamos las condiciones macro y reducimos el ‘costo argentino’ en los distintos sectores de la economía».
«Podemos soñar con 10 o 15 nuevas empresas de escala mundial con pasaporte argentino en un futuro no tan lejano», dijo, pero no sin antes solucionar temas como la inflación y otros males porque «sin una noción de cómo va a ser el futuro es imposible invertir y dar trabajo».
Javier Milei también prometió luchar contra el «costo argentino», al que igualó con «la legislación laboral obsoleta, la burocracia eterna, montañas de impuestos y regulaciones absurdas, encarece prácticamente todas las actividades económicas y le quita competitividad al trabajo argentino».
El Presidente aseguró que su Gobierno encaró las «reformas estructurales más ambiciosas de las últimas décadas», porque el éxito de las empresas «redunda siemore en un beneficio para el común de la sociedad», parafraseando de nuevo a su autor liberal favorito.
«Estoy intenso con Adam Smith, aviso. Hoy me tocó», reconoció Milei.